Para Dante, cuando alguna vez te amé.
Sus ojos, miro sus ojos, esos ojos tan penetrantes;
oscuros en su color, hipnotizantes, esos ojos...
con clavar su mirada en mí hacen que me estremezca,
que declare mi derrota, me rinda a sus pies o me lanze a sus brazos.
Con ellos él me demuestra ternura, cariño, amor, decepciones,
son la puertas de su alma, me miro en ellos y siento como mi cuerpo se eleva,
como si algo tibio naciera de mis entrañas.
Sus ojos, miro sus ojos, pero sé que algún día se cerraran y no se volverán abrir.